1. Los
periodistas dejaron de reportar una de las noticias más importantes de los
últimos tiempos para la comunicación periodística: La incursión del
Periodismo Digital. Ocurrió a nivel internacional y a nivel local. Entró a
nuestro mundo de una manera tan ágil, que no nos dimos cuenta. Cuando lo
hicimos, cuando tratamos de acomodarnos para entender de qué se trataba, lo que
venía, la posibilidad de estar conectados a todo el mundo, casi en tiempo
real, con mucha interacción y utilizando la novedosa multimedia, ya el
Periodismo Digital estaba encima de nosotros. Y llegó para quedarse, para
cambiar nuestra manera de trabajar y hasta de hacer periodismo.
2. Rechazo. En principio el periodismo que se
realiza en la red fue rechazado con argumentos de “es solo en Internet” y no
tiene peso. Es “en digital nomás”. Además, la mayoría de los sitios
periodísticos digitales fueron integrados por periodistas jóvenes, muchos de
ellos arrogantes por sus capacidades tecnológicas (SINDROME DEL NUEVO)
que se presentaban como los que iban a manejar todo el flujo de información con
sus notebook, su teléfonos celulares de última generación, su Orkut, Facebook,
Twitter, etc. Esto, lógicamente, abonó la tesis de los duros periodistas
tradicionales de que la tarea en Internet no tiene fuerza y hasta que lo que se
hace en la red no es periodismo puro.
3. Resentimiento. Existe un resentimiento mutuo entre
los periodistas que trabajan en un medio digital y los que trabajan en un medio
tradicional. Hubo o hay rechazo de ambos bandos: Los periodistas digitales
se creen los nuevos amos del mundo y los periodistas de medios tradicionales
consideran a los otros unos analfabetos periodísticos funcionales. Hay
obviamente estructuras que pudieron superar estos problemas, sobre todo con la
integración de planteles conformados por periodistas experimentados con
nuevos. Hasta ahora es difícil hacer comprender que no existe
diferencia en el trabajo, que es el mismo, en diferentes formatos. El
objetivo es el de siempre, con el que nació el periodismo: informar.
4. Recelo. Desde el momento de la expansión de los
contenidos periodísticos en la web y el fortalecimiento de los sitios de los
medios tradicionales, empieza a gestarse un gran recelo, sobre todo, de
parte de los periodistas tradicionales con los del medio digital. Existe
desconfianza con aquello de que “vendrán a ocupar nuestros espacios”. Se
sospecha, se desconfía y existe celo porque los nuevos mimados son los “del
digital”. Son los que tienen mejores computadoras, los que tienen acceso
ilimitado a Internet, y las inversiones, generalmente, están apuntaladas
más en esa área que en la redacción tradicional. Es más, los mismos jefes
ensañan con aquello de que todos deben ir metiéndose en el tema digital,
“porque ese el futuro” ¿Quién no tendría recelo en una situación así, no?
5. Reemplazo. Una vez fortalecidos los medios
periodísticos en Internet y abierta la hipótesis de que será el medio del
futuro, se mencionó aquello de que “la prensa escrita de papel va a
desaparecer”, una temida afirmación lanzada por fanáticos del mundo digital que
consideraron que llegará fin del papel y que lo digital se impondrá. Si bien el
futuro es difícil de conocer, se ha demostrado que el mundo digital –por lo
menos por ahora – lo que ha hecho es reacomodar o reacondicionar a los
medios impresos a las nuevas tecnologías. Sin embargo, el pánico se abrió y la
discusión se expandió en las redacciones y fuera de ellas: Están los que
sostienen que el digital prevalecerá y enviará a sus casas a los del impreso
que no se sumen a la ola digital, y aquellos que afirman que el papel (en el
formato que sea) nunca morirá. Aquí, una frase que describe lo que sucede la
resume lo dicho ya en 1996 por Jhon Virtue: “Habrá matrimonio entre la
prensa tradicional y el digital”.
6. Rectificación. Lo primero que se debe hacer es aceptar que el Periodismo
Digital es una rama del Periodismo que está presente en nuestros días. Aquél
que no lo considere así, es como no aceptar que el mundo vivió la
industrialización y sostener que la prensa sigue cumpliendo su rol solo con
publicaciones gracias a la imprenta. Primero fue la prensa escrita, luego
aparecieron la radio y la televisión. Hoy, no se puede negar la presencia de un
nuevo medio de comunicación: Internet. Y dentro de esa comunicación, el espacio
para desarrollar periodismo. El periodismo digital es un nuevo formato,
el rol sigue siendo el mismo.
7. Reciprocidad. Los periodistas, los medios, las
redacciones, deben comprender, aceptar, que el periodismo tradicional y el
periodismo digital deben trabajar de manera recíproca. Su éxito y supervivencia
dependen uno del otro. Es imposible pensar hoy que el trabajo de un medio
escrito termina cuando salen los diarios a la calle y que empieza un nuevo día
para recolectar noticias para el día siguiente. Hoy, en esta era de la
comunicación, un medio impreso no puede darse el lujo de dejar pasar 24 horas
para informar a sus lectores. Lo debe hacer a través del medio que tiene a su
alcance. Los periodistas deben entender que el trabajo es el mismo, que tiene la
misma finalidad la función periodística. Que el formato es diferente, pero el
rol periodístico es uno solo.
8. Reconciliación. Los periodistas deben
reconciliarse. Los medios tradicionales y medios digitales deben reconciliarse.
Deben dejar de lado sus peleas, sus rencillas de “yo tengo mejor información” o
“yo soy periodista y vos solo el que actualiza la página de internet” o aquello
de “a mi me leen en todo el mundo y soy el periodista del futuro”. Los medios
tradicionales deben dejar de ver al digital como una amenaza, para verlo como
un verdadero aliado. El periodista debe reconciliarse consigo mismo.
9. Recuperar el tiempo perdido. La brecha digital
es bastante grande para seguir perdiendo el tiempo. Los índices de penetración
de Internet en países en vías de desarrollo son bajos pero tienen un índice de
crecimiento acelerado. Mientras, los medios tradicionales siguen perdiendo el
tiempo en discusiones sobre si existe o no el periodismo digital y cuál será el
impacto que tendrá. Ya tiene su impacto. Los medios deben empezar a lograr un
trabajo coordinado, potenciar su presencia en la web y ver la manera de
mantener sus espacios ganados como medios tradicionales. Los propietarios deben
dejar de temer a este nuevo medio de comunicación.
10. Repensar el periodismo. Los periodistas debemos
empezar a analizar dónde está el Periodismo. El periodismo es uno solo. No
importa el formato. Pero ¿cómo lo estamos haciendo? Tal vez para los medios, la
información sea una mercancía, pero para los periodistas es un bien común. En
la medida en que aceptemos las nuevas reglas de juego para hacer periodismo,
lograremos que la ciudadanía acceda a mayor información, de manera más rápida,
en el formato que desee.